“Algunos días vendimos comida, otros pan y literal hicimos uso de lo que sabemos hacer, con lo que está barato».
RAFAEL GONZÁLEZ
Desde hace nueve años, Karolina Luna Sosa se desempeña como chef y docente en una escuela de gastronomía, donde imparte panificación, coctelería y mukimono, el arte japonés de decorar frutas y verduras a través de tallar o cortar con diversas herramientas la piel, dándole forma y armonía a los colores.
En marzo pasado, al decretarse la contingencia sanitaria en nuestro país, sus clases presenciales se suspendieron y algunos alumnos dejaron de pagar colegiaturas por lo que sus ingresos se vieron mermados.
Fue así que junto con su compañera docente Leticia García decidió emprender su negocio Farfalle Gastronomía y Diseño, en donde ofrece postres, gelatinas y conchas de mazapán.
“Algunos días vendimos comida, otros pan y literal hicimos uso de lo que sabemos hacer, con lo que está barato, porque también la venta está muy baja”.
Cuenta que llegó a un convenio con la escuela donde labora y ésta le permitió hacer uso de sus instalaciones para preparar sus platillos. “Llegamos a un acuerdo para que todos ganáramos. Incluso rentamos las instalaciones para una universidad de Orizaba y de ahí salió el pago para más personas”.
Narra que eligió estudiar esta especialidad porque fue una de las opciones que le marcó su orientación vocacional. “Fue mi segunda opción, la primera era Diseño Gráfico”. Además, apunta que aunque su madre cocina, su gusto por esta profesión nació tras observar los programas sobre el tema que se transmiten por televisión.
“De repente en la prepa se presentó la oportunidad de un taller de turismo y así fue como se dio esta opción”.
Amante del mole poblano, comenta que su especialidad y lo que más le alaban es su pan.
“Incluso ahorita en la universidad doy la certificación de panadería, que fue también lo que hicimos, dar clases online, bajar precios. Ahí también nos enfocamos para sacar un ingreso”.
Menciona que al consumidor le atrae mucho el pan artesanal en especial el adicionado con granos y semillas.
“Desde que empezó la pandemia lo que nos han pedido en los cursos es la panadería, mucha gente quiere hacerlo y busca las mejores opciones de alimentación y es lo que nosotros ofrecemos para venta”.
Para concluir, añade que preparan de todo, pero en días recientes prepararon focaccia, pan de hamburguesa, hamburguesa artesanal y ciabatta. “Pero también nos han pedido mucho el pan dulce”.
Con información de Milenio /foto (Andrés Lobato)