El chile poblano es fresco, carnoso, de tamaño grande, por lo general de color verde oscuro y con piel brillante; con él se prepara una gran diversidad de platillos, sin embargo, el preferido por poblanos y turistas es el chile en nogada, pues cada año se espera con gran entusiasmo la temporada de este manjar que es representativo en la gastronomía mexicana.
A escasos 12 kilómetros del volcán Popocatépetl se encuentra San Andrés Calpan, municipio conocido por ser el único donde se encuentran todos los ingredientes para la preparación de este histórico platillo, entre ellos, el chile poblano.
Gilberto Benito Munive, socio del grupo productivo Chichiltoton Kokoq, compartió en entrevista para MILENIO Puebla que desde hace cinco años se dedica al cultivo de chile poblano. Su experiencia como técnico agropecuario lo ha ayudado a ser proveedor de cocineras tradicionales de la región de Calpan y algunos restauranteros que, en temporada, ofrecen el platillo por excelencia.
Explicó que la virtud del chile poblano originario de la región es su “naturalidad”, pues no está alterado, ya que se obtiene de la semilla y la germinación de este alimento. A su decir, estos factores le dan el sabor que caracteriza al típico platillo poblano. “De hecho, un chile poblano es un originario. Tiene sabor, textura, toda esa virtud que debe poseer un chile picante, con un nivel de intensidad al paladar. Si no tiene picor, lo que estamos comiendo es una verdura”, expresó. Comentó que cada año, muchos comensales expresan su gusto por probar un chile en nogada, por lo que él y sus compañeros productores se esfuerzan por ofrecer alimentos de calidad, así como darle a este platillo el sabor que lo caracteriza, ya que es muy buscado y consumido en distintas partes del estado y el país.