“Y una cosa puedo jurar: yo, que me enamoré de tus alas, jamás te las voy a querer cortar”, cita una de las frases emblemáticas de la artista Frida Kahlo y, cuanta verdad pueda haber en ella. Cuando nos enamoramos de alguien puede ir mucho más allá, porque la admiración que sentimos por ese ser amado puede romperlo todo, sus logros te hacen sentir sumamente feliz y orgullos@, y quizá sin darse cuenta, te inspiran a querer ser mejor persona día con día y eso queridos lectores, es uno de los amores e inspiraciones más bonitas que tenemos.
Y eso, es precisamente lo que nosotros queremos hacer hoy, inspirarte a que sigas cocinando, que sigas creciendo y que sigas luchando por eso mismo que tanto amas, que tan anhelas y que tanto deseas, que tus alas sigan creciendo como hasta ahora y que te des cuenta que nada en está vida es imposible, incluso en la gastronomía todo es posible, por muy complejo que el platillo lo pueda parecer, intentarlo una y mil veces, dará al final su fruto.
so, por ejemplo, es lo que sucede con el famoso mole poblano, el cual para muchos, se ha consolidado como uno de los más complicados dentro de la cocina y, como diría Frida; ¡no te vamos a cortar las alas!, todo lo contrario, lo que hoy traemos para ti es la receta original y súper secreta, que el Museo de Frida Kahlo ha compartido para todos nosotros. Y, como no queremos que dejes de probarlo, sigue el paso a paso de esta delicia mexicana, que ha sido preparada por la mismísima pintora.
- 250 grs de chiles mulatos (desvenados y despepitados)
- 350 grs de chiles pasillas (desvenados y despepitados)
- 350 gr de chiles anchos (desvenados y despepitados)
- 250 grs de manteca de cerdo
- 3 dientes de ajo (medianos pelados)
- 2 cebollas (medianas, picadas)
- 2 tortillas duras (en pedacitos)
- ½ bolillo duro
- 60 grs de pasitas
- 125 grs de almendras
- 6 cdas de pepitas de calabaza
- 125 grs de ajonjolí
- 1 cdita de anís
- 2 clavos de olor
- 1 raja de canela
- 1 cdita de pimienta negra
- 3 tablas de chocolate de metate o al gusto
- 150 grs de jitomate (pelados y picados)
- sal y azúcar al gusto
- 1 guajolote o pavo grande partido en piezas
Preparación
DATO: El guajolote debe estar cocido en un buen caldo hecho con zanahorias, poro, cebolla, una rama de apio perejil y un diente de ajo. También se puede sustituir el pavo por 4 pollos.
- Pondremos los chiles en una cazuela con 150 gramos de manteca caliente y agua muy caliente. Dejaremos hasta que alcancen el hervor para que se suavicen.Conserva la manteca.
- En la misma manteca pondremos a acitronar los ajos y las cebollas. Añadiremos las tortillas, el pan, las pasitas, las almendras, las pepitas, la mitad del ajonjolí, el anís, los clavos, la canela, la pimienta, el chocolate y los jitomates. Dejamos sofreír.
- Una vez listos, agregaremos los chiles escurridos dejamos freír un poco más.
- Llevaremos a la licuadora todo con caldo en el que se coció el pavo.
- Pasaremos por un colador.
- Pondremos en una cazuela grande al fuego el resto de la manteca, añadimos la salsa y dejamos hasta que alcance el hervor. Sazonamos con sal y azúcar, recuerda que este debe tener sabor dulce.
- TIP: De ser necesario, añade más caldo para que la salsa te quede espesa.
- Dejaremos al fuego lento hasta que alcance el hervor por 20 a 25 minutos.
- Añadimos las piezas de guajolote y dejamos hervir 5 minutos más y se lleva a la mesa en la misma cazuela, espolvoreándolo con el resto del ajonjolí tostado.
Sirve y disfruta con un buen arroz.