noviembre 23, 2024
México es un país megadiverso, rico en cultura, tradiciones e historia; en cada uno de sus rincones se puede descubrir algo nuevo, ya sea un delicioso platillo, un pintoresco escenario o simplemente la cotidianidad en la que viven diferentes personas a lo largo y ancho del territorio.

México es un país megadiverso, rico en cultura, tradiciones e historia; en cada uno de sus rincones se puede descubrir algo nuevo, ya sea un delicioso platillo, un pintoresco escenario o simplemente la cotidianidad en la que viven diferentes personas a lo largo y ancho del territorio.

Desde las aguas cristalinas de los cenotes de la Península de Yucatán hasta la fina arena del desierto de Sonora, cada uno de los 32 estados de la República Mexicana alberga impresionantes paisajes y recursos naturales que hacen de una visita a cualquier región del país una experiencia única e inigualable.

No obstante, es evidente el contraste natural y cultural que se percibe en los estados del norte del país en comparación con los sureños. Aunque cada uno es especial a su manera, algunos destacan por sus inigualables paisajes, acervo histórico y peculiar modo de vivir como es el caso del estado norteño de Sonora.

Al norte de México, entre las imponentes montañas de la Sierra Madre Occidental y el Golfo de Baja California se encuentra el estado de Sonora. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), este estado norteño tiene una extensión territorial de 179 mil 354.7 km2 lo que representa 9.1 % de la superficie del país y lo posiciona como la segunda entidad más grande de México.

Sonora colinda al norte con Arizona, en Estados Unidos y al Sur con el estado de Sinaloa; su cercanía con la frontera y gran extensión territorial propician a que esta región cuente con una gran variedad de atractivos naturales, paisajes desérticos y playas paradisiacas.

Su gran acervo histórico, deliciosa gastronomía y zonas protegidas hacen de este destino el ideal para conocer la vida al norte del país, no obstante, también alberga 2 de los 132 pueblos mágicos existentes en el país, enigmáticos sitios que revelan no solo la identidad del estado sino de todo México y que además, son muy sencillos de visitar.

Álamos

Al sureste del estado de Sonora se encuentra el Pueblo Mágico de Álamos, conocido también como la Ciudad de los Portales es famoso por sus tradiciones y arquitectura. Sus calles empedradas dan la sensación de haber viajado en el tiempo y el contraste cultural de la fusión del barroco español y de pueblos originarios del país se percibe en cada rincón de esta localidad.

Álamos se fundó el 8 de diciembre de 1685 y fue construida por arquitectos provenientes de la ciudad de Andalucía, España. Sus edificaciones son un deleite para la pupila de sus visitantes, pues no hay nada como disfrutar de un bello atardecer desde su Plaza de Armas o admirar las majestuosas columnas del Palacio Municipal.

Este colonial Pueblo Mágico vio nacer a grandes personajes de la cultura mexicana como el célebre compositor Alfonso Ortiz Tirado o la primera actriz María Félix. Cabe mencionar que el auge de esta localidad se dio gracias a la minería, la cual fue la principal actividad económica durante muchos años.

El municipio se encuentra a aproximadamente mil 600 kilómetros de la Ciudad de México, por lo que para visitarlo se recomienda llegar al aeropuerto de Ciudad Obregón. Partiendo desde la capital del país, el precio de los vuelos por persona y únicamente de ida oscilan entre los mil 700 pesos y los 3 mil 500. El recorrido entre Ciudad Obregón y Álamos aún es de una hora y 45 minutos por lo que se deberá abordar un autobús, este tendrá un costo de aproximadamente 300 pesos por persona.

El hospedaje en este Pueblo Mágico es muy diverso, de acuerdo al sitio tarifario Tripadvisor se pueden encontrar cómodas y sencillas habitaciones de hotel desde 400 pesos por noche, no obstante, si se desea disfrutar de algo más ostentoso, hay suites y resorts de lujo en donde el precio por noche puede alcanzar hasta los 9 mil pesos.

Magdalena de Kino

A 80 kilómetros de la frontera con Estados Unidos se encuentra el Pueblo Mágico de Magdalena de Kino en Sonora, pintoresco y con una gran cantidad de calles empedradas, esta localidad recibe a sus visitantes con enigmáticos atardeceres y una gran variedad de comida típica del norte de México.

Se cuenta que el misionero Jesuita Eusebio Francisco Kino fundó como misión este municipio en Sonora en el año 1687 y lo recorrió por completo para difundir su ideología. El padre Kino, como es comúnmente conocido, fue dejando a su paso monumentos y costumbres que actualmente forman un estilo de vida tranquilo en la región.

Entre los atractivos turísticos de este colorido Pueblo Mágico se encuentran el Templo de Santa María Magdalena, el Palacio Municipal, la casa de Miguel Latz, el Mausoleo del Padre Kino en donde descansan los restos del misionero Jesuita, la Casa del Ministro de Guerra, el Corredor turístico y comercial entre muchos otros recintos populares.

La forma más sencilla para llegar hasta Magdalena de Kino desde la Ciudad de México es en un vuelo con destino a Hermosillo, este tendrá un costo de entre mil y mil 300 pesos únicamente de ida. Una vez que se haya arribado a la capital de Sonora se podrá abordar un camión que transporte hasta una de las tres terminales existentes en Magdalena de Kino, dependiendo de la línea por la que se desee viajar, el costo personal de boleto de autobús oscila entre los 200 y 250 pesos.

El hospedaje en este Pueblo Mágico tiende a ser escaso por lo que se recomienda reservar con anticipación, no obstante se podrán encontrar habitaciones sencillas de hotel que van desde los 700 pesos por noche hasta los mil 600, dependiendo de la preferencia de cada visitante.

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