noviembre 22, 2024

México es conocido internacionalmente por sus playas de arena blanca y aguas turquesas. Cada año, visitan el país millones de turistas extranjeros que desean conocer los secretos del Mar Caribe, la famosa Riviera Nayarit, los arenales vírgenes de Oaxaca y Chiapas o los paisajes costeros de Baja California. Sin embargo, más allá del litoral, el interior de la República cuenta con enclaves únicos que a pesar de su inmensa belleza, no son tan famosos.

En muchos estados encontramos en medio de la selva, ríos, cascadas y lagos ocultos. Son tesoros vírgenes, alejados del bullicio y del estrés, donde se puede disfrutar del turismo de montaña sin renunciar a un baño relajante o a los deportes acuáticos.

Aquí te dejamos una lista con cinco destinos mexicanos de agua dulce en los que olvidarte del estrés.

En el corazón de la Huasteca Potosina, a pocos kilómetros del pueblo mágico de Aquismón, encontramos la Cascada de Tamul, un lugar donde la naturaleza dibuja un escenario solemne que cautiva a todos los visitantes.

La monumental catarata tiene una caída de 105 metros, y en época de lluvias, la cortina de agua puede llegar a medir 300 metros de largo. Es una de las joyas de la Huasteca Potosina, y la parte buena es que los visitantes pueden elegir varias opciones para recorrerla, como rafting, kayak, stand up paddle o un paseo en panga.

El embarcadero principal se encuentra en el Ejido la Morena, y el precio de la entrada es de 10 pesos. Pasear en canoa cuesta 120 pesos -incluido el chaleco salvavidas-; 800 si rentas la barca completa. El trayecto dura unas tres horas, y a lo largo del recorrido podrás bañarte en las aguas cristalinas del río, remar, sacar fotos, e incluso, descender por rápidos, y visitar la Cueva del Agua, una fosa del río Tampaón que no está tan fría y donde también podrás nadar.

Además, hay empresas que ofrecen un recorrido en Stand Up Paddle Board por los rápidos del río Tampaón, junto a la cascada. La actividad tiene un costo de unos 2,400 pesos e incluye, además de la tabla y el equipo de seguridad, el transporte redondo desde el hotel, una comida en un restaurante, agua embotellada y refrescos.

Si no eres amante de la adrenalina puedes optar por remar tranquilamente por las aguas más calmadas del río Gallinas, a bordo de una tabla de surf. La actividad cuesta unos 1,100 pesos, -dependiendo de la empresa-, e incluye también agua, refrescos, y barritas energéticas.

* ¿Qué es la Huasteca Potosina?: la Huasteca Potosina es uno de los enclaves más atractivos de México. Sus cascadas turquesas, su vegetación virgen, o los sótanos que se abren en medio del bosque como si fueran entradas al averno, convierten a esta región en una especie de paraíso encantado. Se ubica al noreste de San Luis Potosí y abarca una gran extensión que comprende también parte de los estados de Veracruz, Tamaulipas e Hidalgo. En la Huasteca Potosina podrás descubrir numerosos destinos de agua dulce, como las Cascadas de Micos, el Puente de Dios o la Cascada de Minas Viejas.

Parque Nacional Lagunas de Montebello

Este enclave es uno de los tesoros que hay que visitar en Chiapas, un estado en el que la naturaleza se impone y se abre paso por cada rincón.

Aunque se desconoce exactamente el número de lagos que hay en este lugar, se dice que son alrededor de 59. Se trata en realidad de “uvalas”; es decir, de antiguos cenotes que con el paso del tiempo, por los derrumbes y la corrosión de la roca, terminaron uniéndose.

Una de las características más llamativas de las Lagunas de Montebello son sus aguas cristalinas, que adquieren distintas tonalidades de azules por el suelo del fondo, la refracción de la luz, y la vegetación. El lugar está enmarcado por densos pinares, y encinares, y decorado por la belleza de flores orquídeas y bromelias.

La excursión se divide en dos recorridos. El primero de ellos se realiza a través del área protegida del Parque Nacional, y atraviesa los lagos Esmeralda, La Encantada, Ensueño, Bosque Azul y Agua Tinta. El segundo pasa por las aguas de Cañada, Pojoj, Dos Lagunas, o Tziscao. Este último es el más profundo de todos, con 45 metros, y a sus orillas hay un poblado chuj.

En todas las lagunas los visitantes pueden bañarse, remar en bote y bucear. Además es posible realizar otras actividades, como un paseo en caballo, ciclismo de montaña o senderismo, aunque depende de la zona en la que te encuentres.

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