diciembre 10, 2024
Hablar de turismo de lujo en este momento puede resultar un poco empalagoso. Con el pasar de los años, las excentricidades, materiales finos y el servicio excesivo se apoderó de los destinos más interesantes en el mundo.

Careyes es un exclusivo complejo inmobiliario privado compuesto por Castillos con vista al Océano, Villas Privadas, Casitas y Bungalows. Se encuentra en Costalegre, en las playas del Pacífico mexicano, en la costa sur de Jalisco. Fundado por Gian Franco Brignone en 1968, este exclusivo complejo playero privado, de propiedad y operación familiar continua, combina la sensualidad del Mediterráneo con una arquitectura única y la hospitalidad de México. La comunidad de Careyes es tan importante, hermosa y colorida como el lugar mismo. Excéntricos, elegantes, educados, multilingües y en general fascinantes, todos ellos son personajes. Asimismo, son los huéspedes los que se ven obligados a visitar esta tierra tan mágica. La combinación específica de belleza natural, arquitectura y estilo de vida sibarita de Careyes, la convierten en uno de los destinos más codiciados del mundo entre los conocedores. 

Hablar de turismo de lujo en este momento puede resultar un poco empalagoso. Con el pasar de los años, las excentricidades, materiales finos y el servicio excesivo se apoderó de los destinos más interesantes en el mundo.

Hace quizás una década, el Lujo Moderno inició el desafío de soltarse de una serie de artilugios y costumbres sembradas por el mal gusto y el desperdicio y, con gran dificultad, el concepto “menos es más” cogió fuerza entre los destinos más exóticos y espectaculares en cada esquina del globo. 

No obstante, en todo este proceso de definición de la modernidad del lujo, hay comunidades que han respirado valores alternativos y espirituales desde su propia concepción; lugares que han superado los paradigmas del ‘tener’ para enfocarse en las preguntas que, como seres humanos, tenemos con el entorno. Este es el caso de Careyes, el paraíso escondido en el Pacífico mexicano en donde el verdadero lujo se manifiesta en la conexión con la naturaleza. De dónde venimos y hacia dónde vamos. Cuál es la huella a nuestro paso.

A través de 50 años, Careyes pudo haber ayudado a frenar el fenómeno de la migración de personas del Pacífico mexicano y muchas de las comunidades locales que se quedaron iniciaron una carrera en la profesionalización en el servicio de lujo y la hotelería. Por otra parte, las nuevas generaciones han podido tener acceso a otras oportunidades: “Hay otra generación que hoy ya son universitarios, abogados, contables, hijos de estas mismas comunidades. Entonces aquí se rompe un paradigma que ahora se está extendiendo hasta Nayarit, pero empieza en Jalisco donde la migración hacia los Estados Unidos ha disminuido. Aquí la comunidad tiene trabajos locales.”

En Careyes desde hace 36 años, a inicios de febrero, se celebra el Año Nuevo Chino. La comunidad ha sobrecogido la fecha como una actividad de congregación familiar en donde todos los residentes y visitantes comparten de una noche cargada de mística.

El arte y la simbología son protagonistas dentro de la arquitectura y el urbanismo de Careyes; La Copa de sol, una de las mayores esculturas dentro de la comunidad, es un hito artístico y conceptual que se conecta con su entorno en múltiples sensaciones.  La mole de concreto de más de 27 metros de diámetro, está ubicada en uno de los acantilados con vista a Playa Teopa y representa la mujer en forma retórica y simbólica.  En Careyes se respira arte, pero más allá del arte individual, es el arte como manifestación de la humanidad y su integración con la naturaleza.

Fuente: The Rolling Stone /Careyes México

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