El 25 de abril ha marcado un hito en la historia de Venecia, no solo como el día de la Liberación de Italia y la fiesta del patrón de la ciudad, San Marcos, sino también como el primer día en que la ciudad implementa una tarifa de entrada para turistas. Esta medida, pionera a nivel mundial, busca abordar los desafíos que enfrenta la ciudad debido al turismo masivo y la sobrepoblación.
El tan esperado «contributo di accesso» comenzó a las 8 de la mañana de este jueves, marcando el inicio de un proyecto piloto que se extenderá hasta mediados de julio. La tarifa de 5 euros (5,40 dólares) se aplica a los turistas que visitan Venecia por un día, excluyendo a aquellos que residen en la región local del Véneto. Los turistas que pernoctan en la ciudad están exentos de pagar esta tarifa, ya que el impuesto por noche ya está incluido en sus facturas de alojamiento.
Según cifras reportadas por el periódico local Il Gazzettino, el primer día del cobro de la tarifa, solo alrededor de uno de cada diez turistas pagaron la tarifa, mientras que el resto solicitó exenciones. La implementación del sistema de registro también ha resaltado los desafíos de vivienda que enfrentan los residentes, con un gran número de personas registradas como propietarios de segundas residencias.
En preparación para esta medida, el ayuntamiento ha instalado puntos de control fuera de las terminales de tren y autobús, con colas separadas para residentes, exenciones y aquellos que pagan la tarifa. A pesar de la controversia y las preocupaciones expresadas por algunos residentes sobre el riesgo de convertir la ciudad en un parque temático y la incomodidad de tener que registrar a los visitantes, la tarifa de entrada marca un intento por controlar el impacto negativo del turismo masivo en Venecia.
Este proyecto piloto continuará durante 29 días, tras los cuales el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, revisará los resultados antes de decidir cómo proceder.